Autora: María Reyes López, arte terapeuta transpersonal y facilitadora de la Fundación Prolongar
Llevamos más de 130 días desde que en Colombia inició el aislamiento preventivo debido a la pandemia. 130 días de cambios inesperados, ajustes, nuevos escenarios y un mayor sentido de incertidumbre. Esto ha generado, entre muchas otras cosas, que algunos pregunten en redes sociales o en las conversaciones con amigos: ¿cuáles son tus planes después del confinamiento? o ¿qué harás una vez volvamos a la normalidad? Lo primero que llama mi atención es que ambas preguntas aluden a un tiempo diferente al presente; nos llevan a pensar en lo que vendrá o en aquello que fue, en lo que nos gustaría o en lo que anhelamos y no necesariamente en lo que está sucediendo o en lo que estamos experimentando aquí y ahora.
La pandemia ha traído consigo experiencias de pérdida, dolor y desasosiego. A su vez, la gran mayoría de nosotros/as, hemos sido confrontados/as por momentos de incertidumbre y ansiedad en nuestro día a día. Muchas veces parece inevitable seguir el impulso de querernos distanciar de aquello que percibimos como desconocido o difícil de transitar; y es justo en esos momentos donde considero de gran valor podernos detener y observar lo que nos ocurre. Abrir espacio para que surja de forma auténtica aquello que sentimos y hacernos conscientes de lo que necesitamos puede ser un recurso al alcance de todos/as.
Me pregunto si será esta una vivencia colectiva memorable, no solo por las evidentes implicaciones en nuestras vidas, en nuestra economía, salud y en las pérdidas que nos vemos obligados a atravesar, sino también por los impactos que ha generado en otros ámbitos, en ocasiones más sutiles, como nuestra salud mental y nuestros hábitos. Reconozco en medio de esta experiencia una gran oportunidad para detenernos un momento y preguntarnos: ¿cuál es la huella que están dejando en nosotros/as los cambios que trae consigo la pandemia? Y enfatizo en la palabra huella, pues me gustaría creer e impulsar la idea de que ojalá, una vivencia como la actual, que ha alterado de forma tan inesperada nuestros hábitos, nuestros ritmos y formas de relación, no nos pase desapercibida.
Exploración: usted como protagonista
Me gustaría proponerle, a usted, lector/a, una exploración, donde no solo estén presente sus ideas y pensamientos acerca de sus vivencias durante la pandemia, sino donde también invite a participar a sus manos, su sentir y su creatividad. Para el siguiente ejercicio le sugiero que utilice un mapa de navegación que empleamos en la Fundación Prologar para aproximarnos y comprender las diferentes dimensiones en que una misma situación puede afectar o resonar en cada persona: la dimensión personal, la dimensión relacional y la relación con esa red amplia de interacciones menos directas que podríamos llamar lo colectivo o comunitario. Puede pensarlo en términos de su relación con usted mismo(a), con sus seres cercanos y sus relaciones en su barrio o en su comunidad, por poner un ejemplo. Siéntase libre de escoger si quiere enfocarse en alguno de estos ámbitos, o si, por el contrario, le resulta útil crear un mapa general de su presente en relación con estas tres dimensiones de su vida.
Empiece por tomar unas respiraciones conscientes, situarse en el presente y percibir los cambios que registra en su cuerpo al evocar sus experiencias en torno a la pandemia. Registre las sensaciones, emociones y pensamientos que surgen. Si se anima, y ojalá lo haga, la invitación es a que cree un collage* a partir de imágenes de revista; tenga a la mano unas cuantas revistas, unas tijeras, papel y un pegante. Puede imaginar que está tomando una foto de sus diferentes dimensiones; de su mundo interno, de su mundo relacional y del lugar que ocupa en su colectivo o comunidad. A partir de los recortes de revista que vayan llamando su atención y que resuenen con su sentir, puede ir creando esas “fotografías”. Permítase ir eligiendo imágenes que le atraigan, disfrute del proceso, no intente analizarlo demasiado y confíe en su intuición. Dele la oportunidad a sus manos de escoger colores, formas y palabras que resuenen con su sentir y con su emoción, para componer un collage o varios, según necesite.
Una vez haya terminado, la invitación es a que se tome un momento para escribir e inicialmente solo describir de la forma más objetiva posible aquello que ve en la imagen o las imágenes que acaba de crear; sea curioso(a), realmente fíjese en los detalles. Continúe escribiendo acerca de lo que percibe que esta imagen le está mostrando de usted, de sus relaciones con otras personas y/o de su relación con su entorno. Y vuelva a preguntarse, o si puede, imagine que usted le pregunta a la imagen:
¿cómo me está transformando la experiencia de la pandemia?
Déjese sorprender por lo que surja e intente no juzgar sus respuestas. Tómelo como una oportunidad para ver, dar forma y color a aquello que habita su interior; esto le permitirá comprender y hallar mejores maneras de abordarlo.
Espero que esta invitación haya despertado su motivación para indagar acerca de las huellas que está dejando esta experiencia de la pandemia en usted, que se anime a explorar en su interior y encontrar sus propias respuestas. Aunque por ahí se hable tanto de reinventarse, recuerde que muchas veces no se trata de eso, porque así como no hay una normalidad a la cual volver, usted tampoco podrá reinventarse ni ser diferente por arte de magia. La única forma de acceder a una verdadera transformación es a través de la consciencia, de ser consciente de usted, de su entorno y de sus necesidades; esto se vuelve posible si se detiene a observar lo que ocurre en el presente.
* “Se denomina collage (del francés coller, que traduce “pegar”) a una técnica artística consistente en la construcción de obras plásticas mediante la aglomeración o conjunción de piezas o recortes de distinto origen, dándoles un tono unificado. En otras palabras, se trata de armar una obra con pedacitos obtenidos de otras fuentes”. Fuente: https://concepto.de/collage/#ixzz6SmY4Z0EN